GUARDIANES DE LAS CALLES

Luis es un niño de 12 años de edad, a su corta edad tuvo que salir de su casa debido a que su madre murió de una sobredosis y su padrastro lo dejo a los 7 años. Luis abandono la escuela, cambio su camioncito de fierro por un bote con agua y una franela, el trabaja en los cruceros lavando cristales de carro lo cual ya lo aprendió muy bien y se acostumbro a esa vida tan cruel para un niño de su edad.

El día sábado 7 de febrero como a las 3:00 de la tarde me encontraba en un Oxxo recargando mi celular, mientras recargaba llegaron dos niños con su carita sucia su piel reseca y vestidos de una manera muy sencilla y pobre, traían en mano una pequeña franela y un botecito, se acercaron a la muchacha que estaba de cajera t}y pagaron sus sabritas, está muchacha los miro con desprecio y les cobro, después los niños fueron y se sentaron en las mesitas que hay dentro de los oxxo’s, no paso ni siquiera 30 segundos cuando se les acerca un muchacho (empleado del oxxo) y les dice algo en voz baja, los niños se levantan y se sientan en la banquetita de fuera del oxxo.

yo me retiro del oxxo y me siento con este par de chicos muy agradables déjenme decirles, uno de ellos me pregunto si también lo iba correr de la banqueta y dándole una sonrisa le dije no yo no soy sangrona, y se empezó a reír conmigo, debo aceptar amigos lectores que fue muy grato para mi ver una sonrisa de los labios partidos de ese niño, siempre me han importado este tipo de casos y quisiera poder ayudar a todos pero no tengo los medios, hago lo que puedo.

Luis que es el niño que me sonrío accedió a contestarme unas preguntas, procure que no lastimaran sus sentimientos y empecé preguntándole si estudiaba y me dijo con la mano en la cabeza no ya ni me acuerdo como se dan las clases, le frote el hombro y le dije ¿apoco eras maestro? Tratando de romper el hielo se carcajeo y me dijo eres una payasa deberías trabajar conmigo y con el Carlos, aprovechando su comentario le pregunte ¿Por qué trabajas? Y con ironía contesto si no trabajará estuviera más flaco no comiera, ¿y tus papas? Fue mi siguiente pregunta y me contesto no tengo, bueno si tengo pero no me quieren se fueron, ¿se fueron? (pregunte), si se fueron y no me preguntes a donde porque ni se mamá se murió cuando yo era más chico es que se drogo de mas y mi padrastro se fue y nunca lo volví a ver pero que importa mejor, ¿mejor? ¿Por qué? (pregunte) y me contesto, porque no tengo que ir a la escuela, bueno mejor no, ¿Qué quisieras que cambiara en tu vida? (pregunte) y el me respondió quisiera haber nacido con un papá y una mamá que me quisieran que me dieran ropa, comida, escuela, que importa que no tuviera juguetes con que no anduviera solo en las calles con miedo y siendo maltratado por los demás que están más grandes que yo. Me quede en silencio y le dije bueno fue un gusto conocerte Luis cuídate mucho pórtate bien y ruégale a dios el te escucha aunque sientas que no, cuando sientas más no poder busca ayuda, me regrese al oxxo les compre algo y se los di me despedí y me fui.

Debo confesar que al llegar a casa me puse a reflexionar, me di cuenta que esos niños necesitan mucho amor, que guardan rencor, que necesitan protección y que tienen una madurez impresionante, cuando escuche la ultima respuesta me quede sin habla, no supe que decir, es tan feo que esos niños inocentes sufran día tras día noche tras noche y nosotros los ciudadanos andemos por esas calles y los niños se nos acerquen y hagamos como si nada pasará como si nadie pidiera clemencia, es tan terrible sufrir frio, calor, hambre, enfermedades y sin nadie absolutamente nadie que te pueda ayudar, que te brinde un fuerte abrazo sin importar quien eres, que vistes, que tienes, que calzas, desgraciadamente hoy en nuestra sociedad hay tantas personas tan egoístas, tan egocéntricas, que no se sientan a reflexionar sobre uno de los problemas sociales más dolorosos que aquejan a esta sociedad los llamados “niños de la calle”, que deberían de llamarse los que invisibles de la calle, debido a que a nadie les importa el sufrimiento de estos pequeños, en lo personal me llena de coraje, de rabia, de impotencia, de no poder cambiar esta maldita realidad, no entiendo como los políticos pueden gastar hasta 286 mil millones en campaña, en publicidad, en estar peleando por su beneficio no por el pueblo, este dinero es un dinero mal gastado hay tantos niños en la calle, tantos inocentes que sufren y no saben porque lo hacen, son niños que debería estar en una escuela, con una familia, tener una casa, comida, vestido, calzado, me pregunto yo ¿Dónde diablos están los derechos de los niños?.

Bueno mis lectores esto fue todo por esta semana esperen el próximo viernes les tendré sobre un caso más.

Bibliografía: Isabel Varela Domínguez (experiencia)
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